Lancaster Gate Hotel

El Lancaster Gate Hotel se encuentra en el centro de Londres, a solo unos minutos de varias estaciones de metro.

Su localización es inmejorable y además tiene muy buenas conexiones de transporte público y con un fácil acceso a los principales lugares de interés. Hyde Park y Kensington Gardens están justo enfrente del hotel y a 5 minutos tenemos las estaciones de Queensway y Lancaster Gate. El metro está a un par de calles y el barrio donde está ubicado es de clase alta, con lo cual es muy tranquilo. El Big bus (bus turístico) tiene parada a unos 50m del hotel.

Este hotel está muy bien, de veras. No es como un 4 estrellas español pero cumplió las espectativas perfectamente (ni que decir tiene que a veces las estrellas no justifican la calidad del hotel vedad?) con una más que buena relación precio/calidad.

Es un alojamiento tranquilo y se puede dormir bien, viene bien la tranquilidad de esta zona después de un dia de bullicio viajero.

Las habitaciones amplias (esto es difícil de encontrar a buen precio),limpias, luminosas y con frigobar -al menos las de la planta 6-. Las camas son supeconfortabes. Están bien equipadas con baño, aire acondicionado, set de té y café, TV LCD de pantalla plana y conexión WiFi, disponible por un suplemento.

Desayuno: es abundante y muy bueno, varían un poco cada día, todo de muy buen gusto y nivel. El restaurante se llama "Serpentine" y está recién reformado, muy moderno y con bar-terraza estilo jazz.

El check-in es a las 15h pero previa petición no tendrás problema en conseguir una habitación antes.

Destacar la excelente atención de Claudio el recepcionista que habla español. Las pocas veces que necesites de ellos siempre estarán dispuestos a ayudarte. Hablan castellano.

Conclusión: es una buena elección de hotel, siempre que queden plazas!